domingo, 27 de marzo de 2011

Inspiración limeña 21: A los peruanos




Hoy encontré entre papeles viejos y con olor ha guardado una hoja de papel con una carta de Flora Tristán dirigida a los peruanos. Era francesa de ascendencia hispano-peruana, pensadora, escritora y una de las grandes fundadoras del feminismo moderno.
Quiero que disfruten de la lectura y comprendan letra por letra. Irán descifrando su pasión en la palabra y su preocupación por el futuro peruano.
“Peruanos:
He creído que de mi relato podría resultar algún beneficio para vosotros. Por eso os lo dedico. Sin dudo os sorprenderá que una persona que emplea tan escasos epítetos laudatorios al hablar de vosotros haya pensado en ofreceros su obra. Hay pueblos que se asemejan a ciertos individuos: mientras menos avanzados están, más susceptible es su amor propio. Aquellos de vosotros que lean mi relación sentirán primera animosidad contra mí y sólo después de un esfuerzo de filosofía algunos me harán justicia. La falsa censura es cosa vana. Fundada, irrita y, por consiguiente, es una de las más grandes pruebas de amistad. He recibido entre vosotros una acogida tan benévola que sería necesario que yo fuese un monstruo de ingratitud para alimentar contra el Perú sentimientos hostiles. Nadie hay quien desee más sinceramente que yo vuestra prosperidad actual y vuestros progresos en el porvenir. Ese voto de mi corazón domina mi pensamiento, y al ver que andáis errados y que no pensáis, ante todo, en armonizar vuestras costumbres con la organización política que habéis adoptado, he tenido el valor de decirlo, con riesgo de ofender vuestro orgullo nacional.
He dicho, después de haberlo comprobado, que en el Perú la clase alta está profundamente corrompida y que su egoísmo la lleva, para satisfacer su afán de lucro, su amor al poder y sus otras pasiones, a las tentativas más antisociales. He dicho también que el embrutecimiento del pueblo es extremo en todas las razas que lo componen. Esas dos situaciones se han enfrentado siempre una a otra en todos los países. El embrutecimiento de un pueblo hace nacer la inmoralidad en las clases altas y esta inmoralidad se propaga y llega, con toda la potencia adquirida durante su carrera, a los últimos peldaños de la jerarquía social. Cuando la totalidad de los individuos sepa leer y escribir, cuando los periódicos penetren hasta la choza del indio, entonces, encontrando en el pueblo jueces, cuya censura habréis de temer y cuyos sufragios debéis buscar, adquiriréis las virtudes que os faltan. Entonces el clero, para conservar su influencia sobre ese pueblo, reconocerá que los medios que emplea en la actualidad no pueden ya servirle. Las procesiones burlescas y todos los oropeles del paganismo serán remplazados por prédicas instructivas, porque después de que la imprenta haya despertado la razón de las masas, será a esa nueva facultad a que habrá de dirigirse, si se quiere ser escuchado. Instruid, pues, al pueblo; es por allí donde debéis empezar para entrar a la vía de la prosperidad. Estableced escuelas hasta en las aldeas más humildes: esto es lo urgente en la actualidad. Emplead en ella vuestros recursos. Consagrad a esto los bienes de los conventos, pues no podríais darles destino más religioso. Tomad medidas para facilitar el aprendizaje. El hombre que tiene un oficio no es un proletario. A menos que le hieran calamidades públicas, no tiene ya independencia de carácter tan necesaria de que se desarrolle en un pueblo libre. El porvenir es de América. Los prejuicios no pueden adherirse a ella como en nuestra vieja Europa. Las poblaciones no son lo bastante homogéneas como para que este obstáculo retarde el progreso. Hasta que el trabajo cese de ser considerado como patrimonio del esclavo y de las clases ínfimas de la población, todos harán mérito de él algún día y la ociosidad, lejos de ser un título a la consideración, no será ya mirada sino como un delito de la escoria de la sociedad.
En toda América, el Perú era el país de civilización más avanzada a raíz de su descubrimiento por los españoles. Esta circunstancia hace presumir favorablemente acerca de las disposiciones ingénitas de sus habitantes y de los recursos que ofrece. ¡Que un gobierno progresista llame en su ayuda a las artes de Asia y de Europa y pueda hacer que los peruanos ocupen aquel rango entre las naciones del Nuevo Mundo! Éste es el deseo muy sincera que me anima.
Vuestra compatriota y amiga,
Flora Tristán
París, agosto de 1836"
¿1836? Pero si parece escrito el día de hoy. Describe exactamente la misma realidad de nuestro presente. No hay necesidad de agregar más, creo yo. Tal vez lo único que me queda decir es ¿hasta cuándo estará vigente esta carta? Eso está en nuestras manos. ¿No están artos de seguir estancados en la misma situación durante cerca dos centenarios? Yo sí. No es necesario que seamos políticos para cambiar nuestra realidad nacional, pero sí es necesario el amor a la patria y una visión de un progreso para todos. Estoy harta de ver como sufren los peruanos por la culpa de otros. Seamos rebeldes y si bien no podemos cambiar el pasado, podemos moldear un futuro mucho mejor. Dejemos de ser lo que los más poderosos quiere que seamos: simples marionetas.

viernes, 25 de marzo de 2011

Inspiración limeña 20: Sin pegamento

Playa Santa María, fotógrafa: PLS.


La gente dice

Que se parece, que se asemeja

Soy única

Grita ella

Pero el amor se aleja

Desmoronándose aquel muro

Sin pegamento

jueves, 24 de marzo de 2011

Inspiración limeña 19: Eres dos

Playa Santa María; fotógrafa: PLS.


Huye el tiempo

Caduca la vida

Huellas las olvidas

El reflejo se pierde

Se dibuja sólo uno

Pero él está presente.