domingo, 29 de enero de 2012

Sin título

“Our day will come (Our day will come)

If we just wait a while

No tears for us

Think love and wear a smile”

Amy Winehouse – Our day will come



/TONTO, A adj. y n. De poca inteligencia o escaso entendimiento. 2. Fam. Engreído, muy presumido o vanidoso. /


No se trata de que haya logrado o no en estos veinte años de vida, se trata de que lo que soy hoy. No se trata de lo que sufrí, viví o gocé sino de lo que vivo hoy y lo que viviré mañana. Me llamo Pamela Luján y tengo 20 años. Tener es, a veces, un verbo un poco subjetivo ¿no creen? Porque podríamos a llegar a pensar que en realidad no tenemos nada más que nuestros recuerdos, nuestro espíritu, etc. A veces hasta me da miedo decir que tengo vida; Dios puede arranchártela en cualquier momento.

Mil cosas han pasado por mi mente estos últimos días para tratar de convencerme que los cumpleaños no importan realmente pero ¿importan de verdad? No es la clase de importancia sobre si debo hacer fiesta o no; y tampoco es la clase de importancia sobre si estoy vieja o no ¿Cuál es entonces? Considérenlo como quieran: alarma, despertador, timbre; todos con funciones para una determinada ocasión pero con algo en común: notificarnos. Y uso notificar haciendo referencia a las famosas “notificaciones” de Facebook, porque todos sabemos lo que hacen… nos anuncian algo nuevo en nuestra vida virtual, pero en este caso es una notificación una vez al año de nuestra verdadera vida y que considero que anuncia algo realmente importante: qué tanto hemos hecho el último año para lograr cumplir nuestros sueños de vida.

Todos sabemos que nos iremos en algún momento, todos sabemos que no viviremos para siempre y que nuestros sueños, aunque suene feo, tienen fecha de caducidad.

No podemos pasarnos 20 cumpleaños ignorando esto. Pensando que no importan porque sí importan.

Y ahora que me veo hoy puedo ver como ha sido mi pasado. Doy gracias a Dios por lo que me hizo vivir porque eso me construyó. Tengo pasión y tengo confianza; son dos cosas que muchas personas no llegan a conocer en sus vidas y por esto me siento muy afortunada. Sé que aún me falta mucho por vivir y por conocer. Sé que no sé nada realmente. Y también sé que nunca me he enamorado y que tengo la incertidumbre si algún día lo haré.

Tengo mil y un dudas del mundo y del universo que tal vez nunca llegue ni nadie nunca llegue a responder pero ¿qué podemos hacer contra eso simple seres humanos como nosotros?

Hay ciertas cosas que quiero lograr pero que no sólo quiero lograr sino que lograré. Amar, por ejemplo; y no estoy hablando sólo del príncipe sino de lograr amar a Dios y al mundo entero con sus perfecciones e imperfecciones. Luchar por un mundo mejor e inspirar a más personas para que luchen también porque yo no me voy de aquí sin lograr por lo menos un minúsculo cambio. Toda mi vida se podría resumir con esas oraciones porque si logro eso encontraré paz y si encuentro paz entonces encuentro la felicidad en el nirvana más hermoso del mundo.

Hay algunas cosas que no viviré, hay que aceptarlo. No se puede tener todo. Pero lo que si pido a Dios fervientemente es que siempre viva lo que necesito y no necesariamente lo que quiero.

Creo que no podría haber vivido unos mejores 20 años. Soy lo que siempre quise ser: amada, segura, apasionada, independiente y con un camino que seguir. Sé lo que quiero, no valen las distracciones. Sé cuáles son las tentaciones que siempre atraen mi atención pero creo que un gran paso es haber sabido distinguirlas.

No suelo escribir consejos explícitos pero esta vez me provoca mandar uno: toma las cosas con calma porque si uno desea algo con todo su sincero corazón, no habrá algún obstáculo incapaz de ser superado. Nuestro día vendrá. Our day will come. Disfrutemos el show de la vida porque no hay día que Dios no nos demuestre lo hermoso que es. Observemos y sintamos, sobre todo, sintamos; no importa si es felicidad o tristeza, porque cómo diferenciaríamos entre las dos sino sentimos las dos ¿no? Yo seguiré mirando películas, escuchando música y comiendo pastas… pero también seguiré buscando la felicidad constante y disfrutando que no soy una tonta más en este mundo.

Por la lucha, siempre.