sábado, 26 de febrero de 2011

Inspiración limeña 14: “La cinta blanca”


“Felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que eres están en armonía”

- Mahatma Gandhi

Fue hace cerca dos meses que quise ver “La cinta blanca”, película alemana que ha sido galardonada con los mejores premios de cine. Estaba emocionadísima. Fui con mi amigo Sergio alias Cuy; a él le tocaba comprar las entradas y yo la canchita y la gaseosa. El olor a canchita me rodeaba cuando vi entrar a Sergio; me dijo: Pamelú, se agotaron la entradas. No le creí, naturalmente; no podía ser posible. Pero lo fue, extremadamente lamentable. Hay una cosa cuando voy al cine, tengo que entrar; y como no entré, quedé tan desilusionada que miramos Narnia 3: más mierda que película, aunque me burlé de tanta tontería, fue bueno reírse.

Por fin ayer la vi, pero la vi en mi televisor de 21 pulgadas, una caja horrible colgada en mi pared. No disfruté de los magníficos sonidos del alemán ni tampoco de los maravillosos detalles de cada escena. Aún así lo disfruté y mucho, en el cine hubiera sido toda una experiencia.

Complicada pero brillante. Lenta pero sorprendente. En blanco y negro pero aún mejor que en colores. Pero lo que más me gustó fue lo que transmite. Sé que puede tener mil interpretaciones y que está en el contexto de una Alemania de 1913, justo antes de la Primera Guerra Mundial; pero ese pueblo protestante tiene tantas cosas en común con cualquier sociedad de nuestra actualidad.

Sé que no ven la relación de Lima, o Perú, con una Alemania del pasado pero pronto lo harán.

No quise pensar en otro título que no fuera el título de la película porque siento que es un impecable título que no podría expresar mejor lo que quiere expresar. La cinta blanca era una antigua tradición; cuando un niño no se comportaba de la manera adecuada entonces debía usar la cinta blanca alrededor del brazo izquierdo como recordatorio de los valores que todo el pueblo debe tener; como la honestidad, la justicia, la compasión, etc. Cuando la usaban eran el hazme reír del grupo porque si la llevabas puesta era porque eras un caso ya extremo. Los niños de este pueblo eran castigados de esta manera, sumándole unos cuantos latigazos en sus potitos.

La historia va cobrando vida cuando comienzan a suceder acontecimientos extraños que nadie puede terminar de explicar. Al médico del pueblo le tienden una trampa y sale muy dañado, niños son torturados y tales acontecimientos toman carácter de castigo ritual. Nadie sabe quién o quiénes son los responsables. Al final, el maestro del pueblo formula una teoría que los propios niños son los culpables de tales horribles acontecimientos; nunca se confirma tal teoría pero al parecer la película da a entender que es la cierta.

¿Por qué los niños harían cosas tan horribles con niños? ¿Por qué tanta violencia? Según un análisis familiar concluimos que los niños estaban artos que fueran exigidos de comportase de una manera correcta cuando los adultos eran tan hipócritas que actuaban completamente diferente. El cura del pueblo era pura palabrería y para nada justo, el médico violaba a su propia hija y así todos los adultos que exigían miles de cosas a sus niños hacían las cosas completamente contrarias. Irónico, muy irónico.

¿No es ese el retrato de todo nuestro mudo actual? Ningún país se salva, ninguna ciudad. Tal vez haya tribus pequeñas mucho mejor organizadas que están aún aisladas del “mundo moderno” en donde la justicia sea todavía justicia y una comunidad sea todavía una comunidad. Tal vez todavía las haya. Pero una cosa es segura: en el mundo lleno de modernidad y tecnología la única palabra que existe es hipocresía.

Pensar en esto hace que el furor que a veces se esconde recorra mis venas en una velocidad de mil por hora.

Cuando somos niños, vamos al nido y luego al colegio; los adultos nos enseñan a comportarnos correctamente, a no pelear con los demás, a resolver los problemas de la mejor de las maneras, a respetar a los otros, a limpiar lo que ensuciamos, a no maltratar a otras criaturas, a no ser mezquinos; entonces ¿por qué hacen lo que nos dicen que no debemos hacer? Tal vez la palabra que más oímos es amor. ¿Amor? ¿Dónde está el amor en este mundo? ¿No existe? Tal como dice Patch Adams: “Si una raza de otro planeta visitara el nuestro, llegarían a la conclusión de que los humanos aman exclusivamente el poder y el dinero”. ¿Y acaso no es totalmente cierto?

Hipocresía.

En todos los gobiernos del mundo hay corrupción, no tengo duda. Tal vez lo que diferencia una de otra es su nivel de corrupción pero nada más. ¿Qué pasa con nosotros que llegamos a una edad que nos convertimos en algo totalmente contrario a lo que nos enseñaron de niños? ¿Será una especie de metamorphosis humana que nadie puede ver ni sentir?

Adulto para mí no significa madurez, sabiduría, experiencia; no. Significa hipocresía. Tal vez este metiendo a todos en un mismo saco de papas pero los que no son así son poquísimos.

Me disculpo con los no metamorpheados.

No sé cómo pueden tener cara para decir que cumplen con tales valores y exigir que los niños deben apréndelos.

¿Entonces esa es la solución? ¿Derramar sangre inocente para que los adultos hipócritas despierten de su transformación? ¿Nosotros tenemos que maltratas a otros no metamorpheados para que los metamorpheados dejen de serlo? ¿Exactamente igual que nuestra espantosa época del terrorismo? Creo que no ¿O sí? Creo que con una época de terrorismo sobra para acordar que no es la solución, pero ¿cuál es?

Yo no quiero formar parte de su grupo de metamorpheados. No quiero y no lo seré. ¿Y tú?

Tal vez el primer paso que debemos dar es dejar de transformarnos. Su ciclo de vida se cumplirá y se morirán; es lo bueno de la naturaleza. Y llegará el momento tan esperado que no quede ninguno y podemos por fin hacer las cosas bien.

La cinta blanca deberían usarla todos ellos y no nosotros que somos inocentes, aún. Nuestro mundo será otro cuando digamos lo que hacemos y hagamos lo que decimos de corazón. No más mentiras, no más injusticias, no más avaricia.

No diré más. Es sábado y tengo sueño. Hoy quería salir a bailar pero no se pudo, tal vez estaba destinado que escribiera esto en estos precisos momentos.

Les escribe mi furor.

Felicidad y amor.

viernes, 18 de febrero de 2011

Inspiración limeña 13: Huellas

Tantas cosas caminan por las calles de mi mente; vienen y se van, sin darme una oportunidad de pensarlas y profundizarlas un poco más. No hay tiempo al tiempo, por más que quiera y la verdad es que la gente “normal” es más cerrada de lo que pensé.

¿Perdida? Muy ubicada, tal vez. ¿Triste? Muy realista, mucho tiempo en la tierra y por alguna razón se siente no muy bien. A veces no sé si soy muy profunda o muy ridícula.


"No hay pasajeros en la nave espacial Tierra, todos somos tripulantes"

- Marshall McLuhan


Así comenzó Jorge Prado su charla de qué es y cómo lograr a ser un consumidor verde. Me encantaría hablar de esa magnífica experiencia pero no es mi objetivo en esta oportunidad.

¿Por qué la gente normal no entiende lo que hay en esta frase? ¿Será que no somos humanos nosotros que somos tripulantes? ¿O serán ellos los raros? Desde siempre aplicamos la ley de que si es minoría… está mal. Obviamente somos minoría ¿o es que tal vez no? ¿Qué pasaría si descubriéramos que nosotros, los tripulantes, somos más que lo pasajeros? Estoy segura que en algún momento de la historia de la humanidad lo fuimos pero ¿ahora lo seremos? Las apariencias engañan, obvio que sí; pero ¿y si es verdad que somos la minoría? O aún peor ¿y si estamos condenados a serlo por el resto de la historia?

Tal vez lo que más haya rodeado mi cabeza esta semana es aquel factor de la existencia de las distintas maneras que existen para salvar al mundo.

¿Saben que me encanta? Escuchar, ver y sentir a una persona cuando habla de lo que en verdad le gusta. Sus ojos se dilatan, aunque no en todos; su tono de voz cambia y un no-sé-qué lo envuelve e irradia. Mi papá siempre repetía una frase cuando discutía con mi hermano o mi mamá acerca de nuestro gusto hacia algo: “Entre gustos y colores, no están escritos los autores” ¡Y es completamente cierto! Algunos somos artistas, otros somos mecánicos, otros somos ingenieros, otros astronautas, otros enfermeros y un etcétera infinito. Pero a pesar de eso siempre tenemos que tener en cuenta que somos tripulantes y tenemos nuestra pequeña responsabilidad finita con nuestra humanidad y nuestro mundo.

Tal vez necesite recurrir a los números dictadores y narcisistas para que nos entiendan…

Consumimos alrededor de 9 064 litros de leche en toda nuestra vida; usaremos 3 800 pañales; comeremos 4 vacas completas, 15 cerdos, 1200 pollos, 13 425 huevos, 4 283 panes, 5 272 manzanas, 10 873 zanahorias, 10 000 barras de chocolate.

Nos daremos unos 7 173 baños y con esto usaremos 1 millón de litros de agua, usaremos 676 jabones, 198 botes de shampoo, 278 pasta de dientes, 78 cepillos de dientes, 37 perfumes; las mujeres usaremos 11 000 toallas higiénicas o tampones; nos lavamos el pelo 11 500 veces. Tomarás 5872 litros de cerveza y consumirás 1674 botellas de vino. Entre los electrodomésticos, tendremos 3.5 lavadoras, 3.4 refrigeradores, 3.2 microondas, 4.8 televisores, 4.9 reproductores de DVD y 15 computadores.

Tendremos alrededor de 8 coches, caminaremos 24 868 kilómetros y recorreremos la distancia ida y vuelta a la luna en auto. Pasaremos unos 8 años mirando televisión; leeremos 533 libros y para leer todos esos libros y periódicos necesitarás 24 árboles para producirlos. Votarás en por lo menos 50 elecciones; consumirás unas 30 000 pastillas para mantener tu cuerpo sano; derramaremos 61 litros de lágrimas, tendremos 104 200 sueños y tu esqueleto se renovará completamente cada 10 años.

Generaremos 40 toneladas de basura en toda nuestra vida. Desecharemos 8.5 toneladas de envases de comida; nos tiramos algo de litro y medio de pedos al día, terminaremos con 4 239 rollos de papel higiénico, y haremos unos 2 865 kilos de eses.

Usaremos 123 205 704 palabras en toda tu vida; conocerás alrededor de 1 700 personas, algunos familiares, amigos de por vida y otros que sólo conocerás por unos cuantos días; nos enamoramos tres veces; pero tal vez lo más importante de esto es que 170 de todos ellos formarán parte de tu huella.

¡Así es tu vida en términos materiales!

Y ahora yo pregunto: ¿nuestros desechos será lo único que le dejaremos a nuestra todavía hermosa Tierra? ¿Desechos? ¿En serio? Si tu respuesta es , mejor no te acerques a mí nunca más… por tu bien.

Todos sabemos que no podemos traer nada a este mundo ni tampoco podemos llevarnos nada, pero creo que sí podemos dejar algo ¡Serán 170 personas que formarán parte de tu huella y dirás 123 205 704 palabras! ¿No sería increíble que en todas esas personas dejaras un poco de sustancia tripulante? ¿No sería increíble que invirtieras unas cuantas palabras sobre la importancia de serlo?

Yo tengo mi manera para contribuir a cambiar este mundo tan mierda y en crisis; pero mi manera no es la única, para nada lo es; desde tu campo, desde tu pasión creo que es totalmente posible encontrar la tuya. No sé si han vida “Niñas mal”, la película y no la serie de MTV. Bueno; Maca, que es la directora de una academia para aprender a ser una señorita, le dice a una de sus alumnas rebeldes que su manera de cambiar el mundo es hacer su casa un hogar, un lugar que esté lleno de paz, amor y tranquilidad y que lo consigue siendo una buena ama de casa. A eso me refiero que todos pueden encontrar la suya.

Algunos somos artistas, otros somos mecánicos, otros somos ingenieros, otros astronautas, otros enfermeros y un etcétera infinito; pero ¿eres tripulante o pasajero? ¿Dejarás alguna hermosa huella en la nave o sólo tus desechos?

Les escribe una tripulante que trabaja en su huella.

Fuerzas y amor tripulantes ♥

P.D.: La informacion no la invente; la saque del documental "Huella ecologica del hombre" de National Geographic. Si quieren verlo, esta en youtube.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Inspiración limeña 12: Preciosa y frágil gota


Por Nikolay D.

“Vierte un litro de agua en un recipiente. Con un gotero recoge una gota sobre ella y colócala sobre la palma de tu mano. Esa preciosa y frágil gota retirada del litro de agua equivale, en proporción al agua del mundo, a la totalidad del agua dulce disponible para uso humano”.

Lo que se dice del agua, Edición Conagua

No creo que tenga que agregar algo. Lo último que diré es que el Perú contiene el 4% del agua dulce del mundo ¿Parece un buen número no? Pero es poquísimo, mucho menor de lo que estas pensando y si hablamos de Lima es mucho peor. Se un poco más consciente cuando uses el agua potable. Te lo pide nuestra Tierra.

¿Y tú cómo ahorras agua? Cuéntame.

Paz y adiós.