domingo, 29 de agosto de 2010

Vivir



"La vida es corta
Rompe las reglas
Perdona rápidamente
Besa lentamente
Ama de verdad
Ríe incontroladamente
Y nunca lamenta nada de lo que te hizo reir".


Yo no le dije, y tampoco sé quien lo dijo. Solo sé que está en lo cierto.

sábado, 21 de agosto de 2010

Vocinglera y sin alma


“El balneario no era ya otra cosa que una prolongación de Lima, con todo si tráfico, su bullicio y su aparato comercial y burocrático. Quienes amaban el sosiego y las flores se mudaron a otros distritos y abandonaron Miraflores a una nueva clase media laboriosa y sin gusto, prolífica y ostentosa, que ignoraba los hábitos antiguos de cortesanía y de paz y que fundó una urbe vocinglera y sin alma, de la cual se sentían ridículamente orgullosos”. – Julio Ramón Ribeyro

Identifiqué mucho este fragmento de un cuento de Ribeyro a mi realidad. Tal vez a la realidad de todo el mundo que vive en urbes. ¿Me gusta? No, claro que no. Siento que la gente en las grandes urbes pierden su sentido de vida; su gusto por sentir y por vivir. Viven tan ocupados por sus hábitos, que viven como en modo ‘automático’; así como en la película Click. Hábitos, hábitos, hábitos y luego PAMP! Y se preguntan ¿cómo rayos pasó el tiempo tan rápido? Y se dan cuenta que hasta meses han podido haber pasado sin que se dieran cuenta. Pero creo que esta vida miserable está disponible una vez que comiences tu trabajo y comiences la vida que todo ser humano vive: trabajar, trabajar, llegar a tu casa y mirar televisión dormir y repetir lo mismo una y otra vez.

Yo no quiero vivir así. Creo que hasta ahora lo estoy logrando porque pienso mucho y, además, me preocupo mucho por vivir mi presente. Cuando piensas mucho en el futuro te das cuenta que cuando recuerdas el pasado no hay nada porque pensaste en ese momento lo que estás viviendo ahora. No sé si me entienden y si lo hacen creo que lo que quiero decir es que, simplemente, vivas el presente.

Hemos perdido tantas cosas en el camino que las nuevas generaciones ni siquiera se enteran de su existencia en algún momento de la historia, como los saludos de cortesía. ¿Qué le pasa al mundo? ¿Por qué en cada tienda que entro me topo solamente con entes malhumorados que parecieran existir en otra dimensión y que sólo han dejado un monstruo en la tierra que los reemplaza? Me gusta el buen trato, me gusta la cortesía y la amabilidad. Una vez escuché que el respeto aumenta el respeto, pero esos entes no te dan ganas de que los respeten sino que les grites y les trates como ellos te tratan a ti. Creo que la clave es no hacer lo que sientes, tal vez sólo tal vez si les regalas una sonrisa te la devuelvan. Tenemos que intentar y así intentar mejorar el mundo.

“Tienes que resignarte con las imperfecciones del mundo” –Antes del amanecer

No fue la frase más importante de la película, pero aún así me llamó mucho la atención. Creo que fue algo que estuve pensando por mucho tiempo sólo que nunca lo ordené en palabras. ¿Resignarme? ¿Es en serio? ¿No estaría en ese momento convirtiéndome en esas figuras que pueblan las urbes? Mediocres y sin sentido de vida. Yo nunca me resignaré; bueno, lo intentaré. Solo tengo 18 años. Pero hasta ahora pienso que toda mi vida será un intento por mejorar las cosas que nos entristecen del mundo.

domingo, 15 de agosto de 2010

Planeta vivo ayer, hoy y mañana



“Cuando hayaís talado el último árbol, cuando hayaís matado el último animal, cuando hayaís contaminado el último río, os dareís cuenta que el dinero no se come”. –Anónimo

De lo que entiendo del mundo hasta ahora es esto: ¿quién será el más rico cuando el mundo esté completamente jodido? Sé que estoy en lo correcto. Eso es lo que todos los países desarrollados hacen y sobre todo los empresarios incompetentes, completamente egoístas, dementes para mal.

Pero no entiendo cómo es que pueden existir personas que piensen así. Dicen que tenemos que escuchar a todos y ponernos en sus zapatos pero no puedo ponerme en sus zapatos por dos razones; primero ¿por qué carajo joden a todo el mundo por su deseo de ser increíblemente millonarios? Y segundo, ellos les importa un bledo las próximas generaciones y el mundo. Así que no pues, no me pondré en sus zapatos y que se jodan.

Esto es lo que pienso. El mundo es sólo uno, hablo claro del planeta Tierra. Increíblemente hermosa y rica. Pero nosotros, los seres humanos, tenemos una naturaleza maravillosamente destructiva. Nuestro principal error desde las primeras civilizaciones es crear un esquema donde el ser humano está fuera de medio. No todas las civilizaciones lo plantearon así; ejemplo de ello está el Imperio Incaico y su Madre Tierra a la que tanto horraban y admiraban. Pero los europeos que siempre se creyeron dueños de todo, poseedores de los mejores conocimientos, invadieron esas civilizaciones causándoles la muerte. Nos implantaron su modo de pensar y su modo de hacer las cosas. Claramente están equivocados y es hoy cuando nos damos cuenta, cuando mucho daño ya ha sido causado.

Nosotros somos tan sólo una parte muy pequeña de toda una biosfera gigantesca que funciona en completa armonía por sí sola. Somos tan solo una especie que debería cumplir su papel para que este ecosistema funcione. Somos como cualquier otro animal que cumple un ciclo alimenticio. Pero ¿acaso lo sabíamos? ¿Creemos que en verdad somos eso? No, pensamos que somos una especie poderosa que puede hacer lo que quiera con el planeta. Pensamos que los desiertos son nuestro; que los mares son nuestros, que los bosques son nuestro, que el cielo es nuestro. Pues no es así. Es de todos y cuando hablo de todos no digo de todos los seres humanos, sino de todos los seres vivos que habitan este planeta.

¿Podemos utilizar a la Madre Naturaleza para satisfacer nuestras necesidades? Claro que sí, siempre y cuando le devuelvas el favor, siempre y cuando la respetes. ¿La hemos respetado? ¿Le hemos devuelto el favor? La respuesta es no.

Yo quiero hablar por la Madre Naturaleza. Y también sobre las próximas generaciones. Tú naciste y tuviste todo si tus padres podían ofrecértelo ¿no es así? Tuviste comida, tuviste vestimenta, tuviste acceso al agua, tuviste todo. No tuviste que luchar para nada, no tuviste que hacer colas largas solo para una botella de agua. Te diste el lujo de tener un jardín al cual regabas interdiario. Sin embargo, las próximas generaciones tal vez no tengan la misma suerte. Tal vez se tengan que pelear por agua, por aire y por alimento. ¿Cómo podrán vivir en paz si nuestras necesidades básicas no estarán satisfechas? No podrán razonablemente y como gente civilizada si no tienen alimento. El mundo llegará a su fin. ¿Fue su culpa? Obviamente no. Y entonces ¿de quién lo fue? De nosotros.

La culpa claro está en las generaciones que han pasado. Las personas viejas que lo único que hacen es llenar de más basura este planeta, aunque suene duro, lo es porque ya no hacen nada; sólo esperan por la muerte. Pero nosotros, los jóvenes, tenemos la oportunidad de mandarlos a la mierda. De arreglar este mundo porque dentro de unos años el mundo estará en nuestras manos. Y por mi parte quiero aprovechar esa oportunidad ¿tú no?

Estoy harta de la corrupción. Estoy harta de la importancia del dinero en nuestra sociedad. Estoy harta de la basura. Estoy harta de la contaminación. Estoy harta de los pendejos que posicionan la política. Estoy harta del calentamiento global. Estoy harta del cambio climático.

Si nosotros comenzamos a cambiar las nuevas generaciones sólo conocerán la manera correcta de vivir: en armonía con la Madre Tierra. Nosotros podemos cambiar la Historia. La esperanza es lo última que se pierde ¿no?

“Cuando hayaís talado el último árbol, cuando hayaís matado el último animal, cuando hayaís contaminado el último río, os daréis cuenta de que el dinero no se come”.

“This is not a love story, this a story about love”


Fotografia de "Dirty Dancing: Havana nights"

No sé cómo comenzar esto. Comenzaré diciendo que se trata del amor. Pero no del amor entre padres e hijos. Tampoco entre el amor entre amigos. Sino el amor entre un hombre y una mujer. Creo yo que es el más importante y lo que hace del mundo ser como es. Pónganse a pensar: si dos seres humanos de diferente sexo no se ‘enamoraran’ entonces no habría ningún otro amor. ¿Por qué? Simple, porque si no se reproducen no serían padres y no habría otras personas a quienes querer. No habría hijos, no habría amigos, no habría parientes. Pero, también creo, que es el más hermoso y más difícil de encontrar.

Yo creo en el amor. Creo en su poder. Yo creo en los cuentos de hadas. Yo creo en mi príncipe azul. Una vez leí “La felicidad es el matrimonio” ¿Qué creen ustedes? Tal vez lo sea. No puedo afirmar algo que no conozco y con esto estoy diciendo que no me he enamorado en mis dieciocho años de vida. “Amor” palabra que escuchamos tanto pero tanto que creo que ya nos hemos olvidado de lo encantadora que es esa palabra. Eso pasa siempre cuando repites mucho las cosas. Pierden su hermosura, su magia. Es como cuando escuchas mucho una canción; primero te encanta, luego sólo te gusta, después es normal como cualquier otra, y finalmente te repugna. Esa es la historia de la palabra ‘amor’. Piensen un rato en esa palabra y en todo lo que engloba ¿acaso no es mágica? Involucra sinceridad, bondad, felicidad, alegría, esperanza, justicia, etc. Tenemos que recordar lo que es bueno o lo que lo fue.

Yo me quiero enamorar. Quiero volverme tonta de amor. Quiero dar todo por él. Quiero sentir que nunca he querido tanto a alguien, tanto que me siento en las nubes en cada instante. Quiero sentir que vivo un cuento de hadas. Quiero que me escarapele la piel cuando lo veo. Quiero sentir mariposas en el estómago cuando lo veo. Quiero sentir felicidad cuando estoy con una persona. Quiero extrañarla. Quiero compartir mis pensamientos con él. Quiero compartir mi tiempo con él. Yo sí creo que todo esto pueda suceder. La esperanza es lo último que se pierde ¿no?

Lo que aún no entiendo es ¿Cuándo sabes que estás enamorándote o enamorado? Según la película ‘500 days with Summer’ lo sabrás cuando te pase, cuando lo sientas. Sólo hay que esperar a que venga. Tenemos que ser pacientes. Ya vendrá algún día, y cuando menos lo esperes. Eso me emociona. Tal vez venga cuando menos lo necesita, cuando esté disfrutando de una vida de soltera al máximo. O tal vez venga cuando más lo necesite, cuando lo necesite a él más que nunca. No lo sé, pero ¿quién lo sabe? Es parte de encanto del ‘amor’.

Hay tantas cosas por decir a cerca de amor pero tan pocas historias de verdadero amor y la mayoría sólo existen en historias inventadas por mentes brillantes.

Me gusta estar sola, pero cuando llegue esa persona sé que no querré estar con otra persona que no sea él.

Te espero, donde sea que estés. Sólo te adelanto algo: te amaré por siempre.

jueves, 12 de agosto de 2010

La vita è bella


Bueno, ayer la vi por segunda vez y obviamente la entendí mejor. Pero mi opinión acerca de esta película no ha cambiado para nada: extraordinaria. Director: Roberto Benigni. Protagonista (Guido): Roberto Benigni. Guión: Roberto Benigni. Cantidad de espectadores: incalculable. Y es que es tan buena película que aún sigue trascendiendo.

Creo que lo que nos quiere transmitir el sabio Benigni es que la mente y la vida son como un televisor. Toda vida tiene tantos canales como un televisor. En algunos pasan cosas que nos enojan, en otras cosas que nos hacen reír, y algunas otras cosas que nos hacen sentir bien. En el mundo solo existen dos clases de personas: las que disfrutan de la vida y los que no. Los que no son, obviamente, lo que la llevan como una carga, como una obligación. Y los que sí son los que viven el presente guardando lo mejor del pasado y esperando felizmente el futuro. Pero ¿Qué es lo que hace la diferencia entre uno y otro? Pues, mi opinión es que depende qué canal sintonices en tu mente. Si quieres un canal que sólo pasen desastres, te atormentarás sin poder vivir tranquilo. Si quieres un canal que pasen cosas bonitas que te hagan recordar buenos tiempos de tu vida entonces vivirás feliz. Y no estoy diciendo que tenemos que ignorar todas las desgracias del mundo pero de qué sirve preocuparse y angustiarse por tales desgracias si sabemos que siempre existirá pobreza e infelicidad. Son cosas que están fuera de nuestro alcance. ¿Podemos disminuir la pobreza e infelicidad? Si, por supuesto que sí; pero podemos desaparecerla, la respuesta es claramente negativa.

“Nuestro futuro está en nuestras manos” Es cierto. Toda nuestra vida depende de nosotros, claro creo yo, combinada con un poco de destino y suerte. Pero si queremos vivir tranquilos y felices tenemos que sintonizar los mejores canales del televisor. Es fácil. Intentenlo.

lunes, 9 de agosto de 2010

Contra la corriente

¿Por qué tengo que seguir yo al mundo? ¿Quién dijo que lo que el mundo dice está bien?


“Cada vez más tengo la impresión de que el mundo se va progresivamente despoblando, a pesar del bullicio de los carros y del ajetreo de la muchedumbre. ¡Es tan difícil ahora encontrar una persona! No nos cruzamos en la calle sino con siluetas, con figuras, con símbolos. Un chófer de taxi; por ejemplo, no es un individuo, sino un modelo social: gruñón, amargado, insolente, antes de subir a su coche ya sabemos de qué va a hablar, qué argucias va a inventar para hacer más sinuosa y provechosa la carrera. Una vendedora de gran almacén es la misma vendedora de todos los grandes almacenes: indiferente, desdeñosa, maleducada, aires de gran señora caída allí por accidente. Y la adolescente en blue-jeans que nos aborda en la calzada no es el ángel personal con el que soñábamos desde nuestra infancia, sino la copia tirada a miles de ejemplares de la buscona que tanto aquí como en Londres, San Francisco o Hamburgo detiene el transeúnte para pedirle la moneda destinada al arquetipo barbudo que la espera a la vuelta de la esquina liando un cigarrillo volador. Comprendo las causas de esta degradación de la personalidad de las urbes demenciales, sólo verifico ahora sus efectos. Pero es penoso que tengamos que vivir entre fantasmas, buscar inútilmente una sonrisa, un convite, una apertura, un gesto de generosidad o de desinterés y que nos veamos forzados, en definitiva, a caminar, cercados por la multitud, en el desierto.” - Julio Ramón Ribeyro


Cuando leí esta prosa de Ribeyro me identifiqué mucho, diría yo. Es lo que siempre pensé pero nunca ordené mis ideas para que se vea algo como esto. ¡Es tan cierto! ¿Por qué tenemos que ser como la sociedad no dice que seamos? Yo no quiero ser así. ¿Por qué la sociedad nos autodetermina? Y ¿Habrá alguna forma de evitarlo? Son preguntas que siempre rondan en mi cabeza pero que nunca tienen una respuesta que me convenza. Yo no quiero seguir a la moda. Yo no quiero ser como todos los demás. Simplemente quiero ser yo sin ser juzgada por ser diferente. Si quiero gritar en una sala de cine, lo hago. Si quiero bailar en la biblioteca, lo hago. Pero aunque muchas veces quiera nadar en contra de la corriente en muy difícil, sobre todo cuando no tienes una identidad definitiva. Pero la sociedad crea, como diría Ribeyro, siluetas, figuras y símbolos. Si alguien tiene la fórmula de sentirse bien y feliz aun cuando es diferente abriré mis puertas y lo haré pasar. Tomaremos un café mientras hablamos lo especial que es ser diferente. Estoy harta de los estereotipos, gente ¿Porqué no son como quieren ser? Salten si quieren saltar, sonrían cuando quieran sonreír, simplemente sean libres. ¿Por qué tengo que seguir al mundo? ¿Quién dijo que lo que el mundo dice está bien? Pues, mi razonamiento es: el ser humano comete errores porque es parte de su naturaleza; el mundo está compuesto por seres humanos; el mundo puede cometer errores porque es su naturaleza; por lo tanto; no todo lo que dice el mundo está bien. Conclusión: yo no quiero seguir al mundo y no lo haré, aun cuando muchas veces no sepa cómo hacerlo pero lo intentaré. Quiero ser cálida, amable, responsable socialmente, cuidadosa y libre.

domingo, 8 de agosto de 2010

Desnudar



“Te diré que nunca es demasiado tarde o, en mi caso, demasiado temprano para ser quien quieres ser. No hay límite de tiempo. Empieza cuando quieras. Puedes cambiar o quedarte igual. Esta cosa no tiene reglas. Podemos aprovecharla o desperdiciarla. Espero que la aproveches. Espero que veas cosas que te asombren. Espero que sientas cosas que nunca habías sentido. Espero que conozcas gente con otro punto de vista. Que vivas una vida de la que estés orgullosa. Y si descubres que no lo estás espero que tengas la fortaleza para volver a empezar de nuevo.” - El curioso caso de Benjamin Button

Una de las más fantásticas películas que he podido sentir, mirar, y admirar.
Les diré que es difícil saber quién eres. Este fragmento me inspiró a escribir esto aunque aún no sepa que es lo que escribiré. Que va, me dejaré llevar. Bonita o fea, optimista o pesimista, líder o absolutista, honesta o mentirosa, paciente o impaciente, original o influenciable, alegre o amargada, comprensiva o incomprensiva. No lo sé. Es muy agobiante. Aunque algunas cosas ya las sé, la respuesta no fue mucho de mi agrado. Siento que tengo que cambiar pero no sé si es posible, porque a veces pienso que uno nace de una manera y así es, se tiene que aceptar como es. Una vez escuché:

“Todo de lo que te avergüenzas, todas las partes que ocultas, todo lo que quieres cambiar de ti mismo, es quien tu eres. Ése es tu poder. Niégalo y no eres nada (…)” – Fama

Entonces estoy confundida. No sé qué pensar. No sé que sentir. ¿Debo cambiar? No sólo para mi bien sino para el de los demás también. Siento que a veces trato de una manera a las personas cuando no se merecen ser tratadas así.

Creo que la palabra clave es ‘tratar’. No sabemos si podemos cambiar pero lo que sí sabemos es que podemos intentar. Y la pregunta clave es ‘¿Cómo quieres que los demás te recuerden?’; cuando pensamos en esa pregunta muchas veces encontramos muy fácilmente la respuesta. Creo que estoy hablando de muchas cosas aquí pero, también creo, que todas tienen relación. Entiéndanme, si pueden, estoy confundida y las ideas me vienen como torpedos a mi cabeza e intento encontrar una relación.
Uno nace, crece, se reproduce y muere. Es lo más crudo y más sincero que puede decir de un ser vivo, pero siento que el ser humano es mucho más. Uno ser humano nace, crece, se ‘desnuda’, se niega, se cambia, se mejora, aprende, se sorprende, se ríe, se disfruta, se enamora, se reproduce, se regala, se disfruta, se ríe, se muere. Creo que muchos pueden decir muchas cosas pero lo importante es lo que tú dices, lo que tú crees y lo que tú haces. Mi última cita:

“Felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía” – Gandhi

Creo que ésta es la respuesta: con virtudes o defectos, mientras seas consciente de todos ellos, serás feliz siempre y cuando actúes según ellos. Si eres egoísta entonces actúa egoístamente, si eres impaciente entonces actúa impacientemente y así. Claro que si sientes que algo está mal, que no deberías actuar así porque el mundo te lo pide entonces intenta cambiar. Sólo así serás libre de ti mismo. Gracias.