domingo, 15 de agosto de 2010

Planeta vivo ayer, hoy y mañana



“Cuando hayaís talado el último árbol, cuando hayaís matado el último animal, cuando hayaís contaminado el último río, os dareís cuenta que el dinero no se come”. –Anónimo

De lo que entiendo del mundo hasta ahora es esto: ¿quién será el más rico cuando el mundo esté completamente jodido? Sé que estoy en lo correcto. Eso es lo que todos los países desarrollados hacen y sobre todo los empresarios incompetentes, completamente egoístas, dementes para mal.

Pero no entiendo cómo es que pueden existir personas que piensen así. Dicen que tenemos que escuchar a todos y ponernos en sus zapatos pero no puedo ponerme en sus zapatos por dos razones; primero ¿por qué carajo joden a todo el mundo por su deseo de ser increíblemente millonarios? Y segundo, ellos les importa un bledo las próximas generaciones y el mundo. Así que no pues, no me pondré en sus zapatos y que se jodan.

Esto es lo que pienso. El mundo es sólo uno, hablo claro del planeta Tierra. Increíblemente hermosa y rica. Pero nosotros, los seres humanos, tenemos una naturaleza maravillosamente destructiva. Nuestro principal error desde las primeras civilizaciones es crear un esquema donde el ser humano está fuera de medio. No todas las civilizaciones lo plantearon así; ejemplo de ello está el Imperio Incaico y su Madre Tierra a la que tanto horraban y admiraban. Pero los europeos que siempre se creyeron dueños de todo, poseedores de los mejores conocimientos, invadieron esas civilizaciones causándoles la muerte. Nos implantaron su modo de pensar y su modo de hacer las cosas. Claramente están equivocados y es hoy cuando nos damos cuenta, cuando mucho daño ya ha sido causado.

Nosotros somos tan sólo una parte muy pequeña de toda una biosfera gigantesca que funciona en completa armonía por sí sola. Somos tan solo una especie que debería cumplir su papel para que este ecosistema funcione. Somos como cualquier otro animal que cumple un ciclo alimenticio. Pero ¿acaso lo sabíamos? ¿Creemos que en verdad somos eso? No, pensamos que somos una especie poderosa que puede hacer lo que quiera con el planeta. Pensamos que los desiertos son nuestro; que los mares son nuestros, que los bosques son nuestro, que el cielo es nuestro. Pues no es así. Es de todos y cuando hablo de todos no digo de todos los seres humanos, sino de todos los seres vivos que habitan este planeta.

¿Podemos utilizar a la Madre Naturaleza para satisfacer nuestras necesidades? Claro que sí, siempre y cuando le devuelvas el favor, siempre y cuando la respetes. ¿La hemos respetado? ¿Le hemos devuelto el favor? La respuesta es no.

Yo quiero hablar por la Madre Naturaleza. Y también sobre las próximas generaciones. Tú naciste y tuviste todo si tus padres podían ofrecértelo ¿no es así? Tuviste comida, tuviste vestimenta, tuviste acceso al agua, tuviste todo. No tuviste que luchar para nada, no tuviste que hacer colas largas solo para una botella de agua. Te diste el lujo de tener un jardín al cual regabas interdiario. Sin embargo, las próximas generaciones tal vez no tengan la misma suerte. Tal vez se tengan que pelear por agua, por aire y por alimento. ¿Cómo podrán vivir en paz si nuestras necesidades básicas no estarán satisfechas? No podrán razonablemente y como gente civilizada si no tienen alimento. El mundo llegará a su fin. ¿Fue su culpa? Obviamente no. Y entonces ¿de quién lo fue? De nosotros.

La culpa claro está en las generaciones que han pasado. Las personas viejas que lo único que hacen es llenar de más basura este planeta, aunque suene duro, lo es porque ya no hacen nada; sólo esperan por la muerte. Pero nosotros, los jóvenes, tenemos la oportunidad de mandarlos a la mierda. De arreglar este mundo porque dentro de unos años el mundo estará en nuestras manos. Y por mi parte quiero aprovechar esa oportunidad ¿tú no?

Estoy harta de la corrupción. Estoy harta de la importancia del dinero en nuestra sociedad. Estoy harta de la basura. Estoy harta de la contaminación. Estoy harta de los pendejos que posicionan la política. Estoy harta del calentamiento global. Estoy harta del cambio climático.

Si nosotros comenzamos a cambiar las nuevas generaciones sólo conocerán la manera correcta de vivir: en armonía con la Madre Tierra. Nosotros podemos cambiar la Historia. La esperanza es lo última que se pierde ¿no?

“Cuando hayaís talado el último árbol, cuando hayaís matado el último animal, cuando hayaís contaminado el último río, os daréis cuenta de que el dinero no se come”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario