domingo, 9 de enero de 2011

Inspiración limeña 7: Relativa belleza



Fotógrafa: Deanna Jones

Otra vez me tendieron una trampa. Otra vez, estoy completamente segura, que el universo conspiró para que por las malas entendiera esto a continuación. Por toda una semana todo me hablaba de esto (libros, canciones, programas, películas, conversaciones); al principio me parecía conocido y aburrido, después comencé a prestarle más atención hasta que me di cuenta que lo que me trataban de enseñar y que pensé que lo sabía en verdad no lo sabía.

No recuerdo cuando comenzó todo y tampoco voy a contarles cómo ocurrieron los acontecimientos, iré directamente al grano.

Queridos amigos, lo que vengo a decirles se trata sobre el verdadero significado de frases prostitutas y comerciales como “sé tú mismo” “nunca cambies” “acéptate como eres” etc. Siempre las escuchamos, siempre. Desde que somos unas piltrafitas y vemos los programas como Dora, la exploradora, Bananas en Pijamas o Hey Arnold!. También están presentes en los clásicos de Disney. Están incluso en publicidad de cosméticos o en gimnasios. Incluidos en comidas y vitaminas. En pocas palabras, está filtrado en todo lo que conocemos y tal vez ese sea el mayor problema. Cuando vemos algo que se repite tanto desde pequeños lo damos por entendido y por aprendido; pero la verdad es que muchas personas, por no decir todas, no lo saben y ni siquiera lo entienden.

Yo tampoco lo entendía y mucho menos lo sabía. Para que me entiendan mejor les contaré que yo no estaba feliz con mi apariencia. Tenía muy baja autoestima. Mi nariz no era perfecta. Mis ojos no eran perfectos. Mi boca no era perfecta. Mis dientes no eran perfectos. Mi cuerpo no era perfecto. Hasta que me cansé. Me cansé de sentirme tan insegura cada segundo que pasaba. Estaba harta porque veía personas que al parecer tampoco eran perfectos pero por alguna razón irradiaban una belleza diferente.

Pensé hasta en cirugía plástica, qué triste. Creo que tenía 15 años y pensaba en modificar partes de mi cuerpo. Y eso es producto de la maldita publicidad y lo que divulgan los malditos medios de comunicación como “belleza”. Hasta comencé a preguntarme ¿qué es bello? ¿Qué es perfecto? Y me di cuenta que la belleza es tan relativa como el espacio-tiempo. Me di cuenta que todos somos hermosos si nos quedamos como somos. Dios me hizo como me hizo. Tal vez mis rasgos faciales combinan como están y si modifico uno me convertiré en una cosa abominable.

Desde ese día mi inseguridad comenzó a desaparecer a una velocidad increíble. Aún siento a veces esa pequeña inseguridad atormentándome pero supongo que con nuestro mejor antídoto, el tiempo, terminará de extinguirse.

Ahora yo soy Pamela 100% en contra de la cirugía plástica. A menos claro que sea operación de reconstrucción pero esos son casos muy especiales. Me da una tristeza inmensa cuando veo adolescentes operándose la nariz o alguna otra parte. He visto a tantas personas que se ven adorables con sus narices de tucán; y es que no se dan cuenta que esos son; no serían ellos sino tuvieran esa nariz o esa forma de cuerpo. ¿Saben que me encanta? Cuando las personas tienen unos 40 años o 50 y se les forma esos pequeños pliegues a los costados de sus ojos y que se marcan cuando sonríen; me parece totalmente hermoso. Y como esos ejemplos hay miles, no sé porqué este siglo la humanidad se ha empeñado a defender la idea de que el envejecer es horrible cuando a mi parecer es una etapa maravillosa.

Bueno, así fue pues cómo descubrí esa belleza diferente que hacía brillar a muchas personas que aunque no se parecieran nada a los modelos de pasarela o a las personas que tratan de ser Barbies y Kens eran hermosos y era por su gigantesca seguridad. Uno puede distinguir lejos cuando una persona está completamente cómoda como es y está completamente contento así.

Ahora, dejando un poco la belleza física a un lado, hay otro problema que nos atormenta mucho: la belleza interior. Casi todos creemos que si somos egoístas, egocéntricos, pesimista, contreras, vengativos, etc. no somos bellos por dentro y somos malas personas cuando sólo somos personas normales. La verdad es que si ese fuera el caso ningún ser humano en la Tierra tendría belleza interior porque todos tenemos defectos. Yo digo que también debemos aceptarnos así, con nuestra forma de pensar, nuestro temperamento, nuestro forma de hablar; todo. ¿Y saben por qué? Porque Dios vive en ti, forma parte de ti. Dios vive en ti como vives tú y es exactamente como eres tú. La mayoría tiene esa idea que para ser bueno y llevar una vida espiritual tenemos que llegar a ser lo más parecidos a santos pero no es así. Tampoco estoy diciendo que abandonemos esa idea de mejorar como personas. Nada quita que tratemos de ser menos egoístas o de tratar de ser más optimistas.

Nunca seré algo que no soy porque sino Dios me hubiera hecho así. Nunca seré muy tranquila porque siempre soy muy espontánea y escandalosa. Nunca podré reírme en voz baja porque tengo una risa estallante y tengo que aceptarme así. Nunca podré ser de piel más clara y nunca podré tener la nariz respingada. Sólo sabemos que Dios nos hizo así y tenemos que amarnos así.

No es coincidencia que casi todas las fotografías sean de niños y jóvenes. Yo lo escogí así porque quería impregnar esta entrada de su alegría, de su inocencia, de su seguridad. Cuando somos niños no juzgamos a los demás por su apariencia; nos importa muy poco si son blancos o morenos, nos importa muy poco lo que usan. Sólo queremos jugar y eso es lo que quisiera recuperar en nuestra humanidad. No que juguemos entre adultos sino que tratemos a todos como un igual. Que tratemos a todos con el respeto que se merece y no tratarlos como menos porque no son “nada agraciados”. Si yo hubiera podido tomar las fotos hubiera capturado personas más peruanas, pero la fotógrafa es estadounidense.

El otro día estaba viendo Jersey Shore en una parte que The Situation decía “Si te ves bien, te sientes bien y cuando te sientes bien las cosas van bien” ¿Qué piensan de eso? Por mi parte, estoy en parcial acuerdo ¿Por qué? Según mi teoría, eso estaría relativamente correcto. Mi teoría es que hay dos maneras en las cuales te ves bien y dos maneras en las cuales te sientes bien. La primera es la más fácil: es cuando te ves bien; cuando te vistes bien o por lo menos te vistes como la sociedad quiere que te vistas, te ves como la sociedad quieres que te veas. Entonces te sentirás aceptado y te sentirás relativamente bien. Pero este sentir será de corto plazo porque el mundo cambia y la moda también; y si no cambias tú también serás rechazado. De esta estaba hablando el pobre Situation, debo decir que está más perdido que yo. La segunda es la más duradera y la más difícil: es cuando el cambie es inverso. Primero te sientes bien y con eso te ves bien. Este mundo vende el primero y la gente piensa que es la única. ¿Eres capaz de sentirte bien sin “verte” bien? No es fácil como dije pero es posible. Es una tarea de vida. Inténtalo.

Ya terminando sólo quiero agregar que si buscas la perfección quédate igual; ya sabes lo que dicen “El hombre sabio siempre se parece a sí mismo” – filósofo Sexto el Pitagórico

Agradecimientos especiales: Deanna Jones por sus asombrosas fotografías. Lo que me encantan de sus fotos es que captura realidad, pero la mejor realidad de todas. Captura el mejor de los momentos, captura la belleza de lo cotidiano y aquellos pequenos especiales detalles que mucha gente no presta atencion. Las personas en las fotografías son personas que no pretenden vender ropa o mostrar sonrisas perfectas, ni hacer alguna publicidad; son simplemente personas que mostraron su felicidad y se congeló en una fotografía que durará para siempre. Si quieren ver más de sus trabajos hagan click aquí.

2 comentarios:

  1. No estoy en acuerdo: The Situation no lleva una vida mala o está atrapado por la moda. Él vive imponiendo, haciéndose respetar, saliendo con muchas mujeres y creo está bastante bien si lo comparas con las personas que nunca se divierten, no se enamoran o son débiles. Diferente es que él no tenga trabajo fijo y su futuro sea mendigar (lo cual no sé).

    No debemos estar de acuerdo con nuestro aspecto, no tiene que ver en nada Dios: él sólo nos ha dado vida. Y menos que aceptemos nuestra forma de ser porque en eso tiene que ver mucho las personas con quienes vivimos.

    Mejor sería buscar lo que quieres en la vida, luchar con todas tus fuerzas por ello y no olvidarte físicamente: excepto que lo desees (como un millonario al cual no le faltan las mujeres y amigos, o persona de aspecto normal que aspira a personas de su nivel de belleza).

    ResponderEliminar
  2. http://www.micabeza.com/negro-2/

    Un escritor muy apasionado: lee eso y verás que no todo es lindo o lo suficiente cruel.

    Sigue escribiendo.

    ResponderEliminar