domingo, 26 de septiembre de 2010

Escribiendo en el microbio

A las 5.53 de la tarde del 21 de Setiembre del 2010

“Estoy llendo a mis clases de Alemán. Intento estudiar Cálculo, no puedo.

Algo me molesta. Primero que el conductor es un machista de mierda y me llega. La cobradora es una imbécil, ignorante que cree que todo lo sabe. Lo segundo es mucho más profundo. Lo segundo me fastidia, mucho, porque es algo que me pasa a mí; qué lamentable.

Siento que estoy con una racha de malos sentimientos. Pero no crean que mi vida es así, llena de depresiones y sentimientos coléricos, no.

Lo segundo es trágico. Lo segundo no sé si tiene nombre, pero si es explicable. Y es que a veces siento que no pertenezco aquí, junto a estas personas y a este contexto. No siente esa integración. No siento esa conexión. Según las Ciencias Sociales mi diagnóstico sería que estoy completamente loca, soy una extraña y no podré tener redes, redes que te conectan y te dan prestigio y ese prestigio te da privilegios; conclusión: seré pobre y sin amigos por ser así. Algo así era. Un día también escuché: “Si quieres ser ‘especial’, selo pero tiene un precio”. Entonces, ¿Qué me quieren decir? Que siendo como soy no podré alcanzar lo mismo que otras personas ‘normales’. Este mundo es muy cruel. Pero como alguna vez lo pensé: “¿Cómo sabemos si nosotros somos lo que pensamos mal, o es que el mundo se está equivocando?” Con esto me refiero a que qué pasaría si todo lo que hemos aceptado por años está mal. Como cuando Galileo decía que el mundo giraba alrededor del Sol y nadie le creía. Y lo peor de todo, casi lo matan. Maldita religión. Lo que trato de decir es que no se si como me siento seré normal o seré un espécimen mal formado que merece ser ejecutado por la sociedad. Pero qué trágico sonó eso.

He sufrido tanto en mi niñez, y adolescencia también pero en menor grado, intentando integrarme a los demás, pero siempre hubo algo que no me lo permitía al 100%. Yo sé que uno tiene que aceptar que existirán personas que te adoren y que por otro lado simplemente otras a las cuales no les caigas. Eso es lo normal. Pero en este caso no hablo de eso. Hablo de sentirme exterior al mundo.

A veces pienso que es porque soy especial, que tengo algo que me diferencia del resto. Pero siento que nadie más lo ve. A veces siento como si ni siquiera las personas más cercanas a mi lo ven. ¿Será, entonces, porque es producto de mi imaginación? ¿Será, tal vez, que no exista?

Una posibilidad pueda ser que piense eso porque me da miedo pensar lo contrario y saber que soy una persona ordinaria y que siempre será así. Otra posibilidad es, como lo dije antes, que el mundo este mal y no lo vea, tal vez esa cuestión de que nadie lo vea lo haga más especial aún.

Entonces, ¿Quién tiene la razón? Nadie la sabrá nunca creo, ni siquiera yo. Lo que sí sé es que soy así y que tengo algo que los demás no tienen. No se si eso que los demás no tienen es para bien o para mal, pero ¿quién lo sabe? Eso no me hace rara, me hace especial de alguna manera. Lo siento Mundo por no ser como todos son. Salí así y no cambiaré, no quiero ser un producto comercial. Puede sonar un poco egocéntrico, sí, pero es la verdad.

Y es que a veces siento que no pertenezco aquí.”

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