miércoles, 15 de septiembre de 2010

Desenchufada


Me siento perdida.
Me siento incómoda.
Me siento insatisfecha.
Me siento incompleta.

¿Nunca se han sentido así? La verdad es que no se cómo llamar a esta sensación que regresa y me embarga de vez en cuando. No es una sensación placentera, no. Es como si me quitaran algo y siento esa nostalgia de eso que no sé que es pero sé que es algo. Lo curioso es que no me quitan nada, o por lo menos es lo que pienso.

Me siento perdida. Siento que estoy caminando por un sendero sin comienzo ni final. Me siento como en modo automático. Me siento que no fuera yo la que estoy en mi cuerpo ni la que lo controla; y mucho menos la que controla su vida. ¿Será esto parte de la formación de tu ‘yo’? ¿Será esto normal, parte de la vida de alguien?

Son en estos momentos en los que me siento atada. Me siento impotente. Como si estuviera atada de manos y pies y veo a alguien torturando a otro sin poder hacer nada. Son en estos momentos en donde todo me llega, todo me amarga, todo me hace sentir menos, todo, absolutamente todo, me hace sentir mal.

Es como si fuera alguien esperando ser conectado con el mundo. Me siento un satélite; siempre cerca del mundo pero nunca choca contra él, nunca tienen contacto. Me siento en el aire. Siento que floto pero sin diversión, sin destino ni propósito. Me siento desenchufada.

¿Saben cuál es la mejor descripción que puedo dar? Que mi alma, mi espíritu quiere ser libre pero algo no lo deja serlo. Algo lo detiene y eso me perturba, me descontrola, me enoja. Quiero gritar al mundo pero no tengo las agallas. Quiero gritar, literalmente. ¿Cuál es la fórmula para ser libre? Creo que nadie la tiene pero de alguna manera u otra lo logra. No todos y por eso, es mi teoría, hay tantos frustrados en la humanidad.

Esto es muy personal pero siempre me pregunto si es que soy la única que siente esto, yo creo que no. Escribo por dos razones. La primera es porque así ‘sosiego el furor’; escribir me calma, me libera en cierta forma. La segundo razón es para ayudar a alguien que se siente igual porque si yo hubiera leído algo así en otro lugar me hubiera sentido mejor y no una demente con sentimientos desconocidos.

¿Cómo ser libre? No sé. Es raro, cuando me lo pregunto nada aparece en mi cabeza. Está en blanco. Entonces mi pregunta infinita es ¿Cómo ser libre? Infinita por ahora, pero cuando logre ser libre intentaré retroceder y hallar la fórmula.

Claramente, sigo sin ser libre.

Mundo, libérame sin liberarme.

Les escribe, el ave sin alas; aún.

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