martes, 28 de septiembre de 2010

No significa decadencia, es la construcción de una vida nueva


Foto de la pelicula "A lot like love"

Hoy en mi clase de Ciencias Sociales se tocó un tema que nunca antes había pasado por mi mente. Quería ponerme a escribir en ese mismo instante porque tuve una invasión de ideas en mi cabeza que no me dejaban pensar en otra cosa que no fuera eso. Me sorprendió tanto porque yo también pienso así, entonces ¿será verdad?

¿Qué piensas si te digo la palabra ‘matrimonio’? En mi caso, las palabras como amor, sentimiento, compromiso, fidelidad., confianza, relación, caricias, miradas, tiempo, etc., rondan por mi cabeza. Ahora, si te pregunto ¿a qué edad piensas casarte? Personalmente sería a las 30 años. Y entonces la pregunta que define todo: ¿por qué a esa edad? ¿Qué cosas quieres hacer antes? Divertirme, viajar, disfrutar mi libertad, romper las reglas, lograr satisfacción personal, un buen trabajo y un poco de fortuna ¿No es todo esto lo que podrías hacer en una vida sin la necesidad de apresurarte? Entonces ¿por qué insistimos tanto en hacerlo antes de los 30, antes o después? Aquí va la cosa ¿es que acaso vemos el matrimonio entonces como la etapa de decadencia de nuestra vida? ¿Vemos esta etapa como la que nos queda y tenemos que vivirla porque todos lo hacen así?

El matrimonio debería significar que dos personas han decidido unirse porque se aman tanto, se entienden de tal manera que no podrían vivir separados. Los hijos deberían significar el fruto de ese inmenso sentimiento entre ellos ¿Pero no se dan cuenta que en nuestro siglo XXI el matrimonio parece un producto que lo puedes comprar en cualquier supermercado o grifo, para ser peor? Es como si fuera una botella llena de un líquido delicioso pero que ese mismo se haya ido evaporando y solo quedara la envoltura.

Me sorprendió tanto porque yo pienso así. Yo quiero hacer todo eso antes de casarme. Pero tal vez haya un error al pensar que el matrimonio es la llegada de la decadencia de nuestra vida: el amor que puedes encontrar. En una película escuché un día:

A: ¿Qué piensas hacer con tu vida?

B: Estudiar, conseguir un buen trabajo y luego casarme.

A: ¿Entonces supones que cuando ya hayas terminado de estudiar y tengas un buen trabajo el amor de tu vida aparecerá así de la nada?

B: No lo sé. Lo espero; espero que sea así.

Lo que intento decir es que tal vez esos son tus planes pero como dice el dicho “Si quieres hacer reír a Dios, cuéntales tus planes” el destino tenga mejores planes para ti. En uno de esas puedes encontrar a esa persona que tanto esperabas y luego puedas hacer las cosas que querías, con la diferencia que ahora esta él.

Luego de escribir esto, lo último diré como modo de conclusión es que aunque tengas planeada toda tu vida, nunca saldrá así, nunca. Y todo esto porque la vida tiene algo mejor para ti. Recuerden aves: “Las cosas pasan por algo”. El matrimonio no debe significar el abandono de la libertad ni el abandono a tu ‘yo’ sino debe significar la construcción de una nueva libertad con más sentimiento y pasión. El matrimonio es la construcción de una nueva vida dentro de una vida vieja. El matrimonio es el comienzo de una de las mejores etapas de tu vida; y para nada es el comienzo de la decadencia de tu vida. Claro que todo esto último es si te casas por las razones correctas y no porque sientes esa presión por parte de la sociedad que te dice: ¡Cásate y ten hijos!

Cásate por que lo amas como no amaste a otra persona sobre la tierra. Cásate porque no cambiarías los momentos que pasas con él por nada. Cásate porque tu vida no sería igual si él no hubiera aparecido en tu vida. Cuando encuentres a esa persona verás como el matrimonio es tu nuevo nacimiento.

El amor te vuelve joven. Acéptalo y no lo dejes nunca. Ama ave, ama.

Les escribe el ave sin alas, aún.

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