miércoles, 20 de octubre de 2010

"Bel far niente"

Me cansé. Me cansé de este ciclo universitario. Me cansé de este horario tan complicado. Me cansé sacrificar tanto de mi vida por los deberes. Me cansé. Me cansé de no tener tiempo para leer las cosas que quiero leer. Me cansé de no tener tiempo para escribir las ideas que invaden mi mente siempre. Me cansé de no tener tiempo ni para desayunar tranquila. Me cansé de estar corriendo detrás del tiempo. El tiempo es mi enemigo y me pregunto ¿alguna vez será diferente?

En un libro resalté una pregunta que siempre tuve en la cabeza pero que nunca logré unir las palabras correctas para crearla, la pregunta es esta: “¿esta vida nuestra tiene que estar necesariamente volcada hacia el deber?” Y mi respuesta fue un ‘no lo sé’.

Hoy mismo sentí en mi espalda varios kilos de responsabilidades por hacer. Hoy me caí porque era un saco tan grande que me estaba haciendo encorvar cada vez más. Hoy me paré y dejé el saco tirado. Espero que nadie lo recoja. Hoy estoy aquí en mi casa y no en la universidad escribiendo, haciendo algo que quiero y que no tiene sentido en esta vida mía ¿y qué? Esto me gusta.

Cuando era verano y no tenía nada que hacer decía: “Ya quiero comenzar clases, en cierta forma me gusta estar estresada” ¿Se dan cuenta de la tristeza que acompaña estas palabras? ¿Cómo yo pude decir eso? Hasta ahora lo recuerdo pero no lo creo. No estoy diciendo tampoco que no quiero estudiar. Claro que quiero, me gusta. Me gusta llenarme de conocimientos maravillosos que me hacen entender en cierta medida esta vida, pero ¿toda mi vida se trata de esto? ¿Toda mi vida tengo que tener deberes por hacer para sentirme ‘bien’? ¿Acaso siempre tengo que sentir que aproveché el tiempo? ¿No puedo sentirme ‘bien’ después de unas cuantas horas, días o semanas sin hacer nada?

Mi problema es que soy demasiado responsable. Todo lo quiero hacer y si lo hago quiero hacerlo bien, a veces más que bien. Mi problema es que siempre quiero estar haciendo algo. Mi problema es que siempre tengo algo en la mente. No paro, no. Porque si para estoy mal. Si paro me estoy retrasando. Si para estoy siendo pisada por las multitudes en el mundo que avanzan y avanzan. Entonces pregunto al mundo, y si puedo al universo también, ¿Este mundo nuestro tiene que estar necesariamente volcada hacia el deber? Definitivamente la respuesta actual es sí. Cuando duermes hay alguien en el mundo descubriendo algo, hay alguien en el mundo estudiando para ser mejor que tu, hay alguien en el mundo trabajando para ganar más dinero que tu. ¿Pero debe ser así? No. Yo sigo que no y no. Y lo digo una vez más, no.

¿Acaso el no hacer nada no tiene valor? Yo sé que en este mundo no lo tiene pero es porque nosotros lo hemos creado así. Yo quiero ponerle un valor al no hacer nada. Yo quiero sentirme bien al no hacer nada. No me quiero sentir culpable, no. ¿Por qué tengo que sentirme culpable? ¿Acaso es realmente necesario que siempre, que toda mi vida me dedique a hacer algo?

No estoy diciendo que abandonaré la universidad y jalaré la palanca para que mis sueños se esfumen. No. Estoy diciendo que me cansé de siempre tener que hacer algo. Me cansé que esta vida no te permita ni siquiera respirar tranquilo. Claro que mi vida tendrá una dirección porque quiero dedicar mi energía y mis ideas para construir un mundo mejor ¿pero esto necesariamente tiene que implicar que toda mi vida será así? ¿No voy a tener tiempo para hacer nada? Yo quiero ese tiempo, por favor Dios dámelo.

Yo creo que todos nosotros, como parte de este universo y de esta magia, merecemos estar tranquilos. Vivir. Realmente vivir. La rutina nos absorbe sin que nos demos cuenta. Merecemos ser felices sin la necesidad de hacer algo extraordinario. Somos parte de este mundo y sólo por eso tenemos derecho de no hacer nada si queremos. Tenemos derecho. No pienses si te lo mereces o no, sólo es así, mereces ser feliz y punto.

Sé que hay muchas definiciones de lo que es la felicidad. Pero para mí es cuando yo estoy tranquila conmigo. Cuando sé que hago las cosas porque quiero y no porque hay gente que me diga que lo hago. Yo escribo porque quiero. Yo leo porque quiero. Yo estudio porque quiero. Yo como porque quiero. Yo duermo porque quiero. Yo rio porque quiero. Yo sueño porque quiero. Yo bailo porque quiero. Qué puedo decir, la lista es interminable.

Por último, yo digo que el no hacer nada es bello, es bello porque lo quieres así. No te sientas obligado a hacer las cosas como las hace el mundo. El mundo va a una velocidad espeluznante ¿pero eso es lo que quieres para tu vida? ¿Quieres que tu vida corra detrás de tiempo? Yo digo que vayas bajando la velocidad poco a poco. Respira y camina. El tiempo se dará cuenta que tu ya no estás detrás y tal vez te espere para caminar juntos.

Respira y camina. Eso es lo que yo haré ¿y tú?

P.D.: El título está en italiano y es una conocida frase que significa “el arte de no hacer nada”. En Italia cuanto más exquisita y placenteramente domines el arte de no hacer nada, más alto habrás llegado en la vida. Esto debería aplicarse en todo el mundo, y no solo en una bota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario