viernes, 8 de octubre de 2010

¿Qué somos a comparación del universo?








Fotografía de la Tierra tomada desde la Luna por el Apolo XI, 1969.



Y mi furor dice: los necesito.

Es indudable que las desgracias, las penas, las tristezas, las injusticias, las maldades, los pecados, etc. existen en el mundo y que son millones. En este mismo instante hay miles de personas que están perdiendo un ser querido, hay un padre preocupado por alimentar a su familia, hay un borracho olvidándose de su realidad, hay una persona en la cárcel injustamente, la lista es interminable. Y pregunto ¿qué somos los seres humanos a comparación del universo? ¿qué son nuestras penas, nuestras desgracias, nuestras injusticias, nuestras malicias en el universo? Sí, nada.

Mi punto es que si vemos todos nuestros problemas, que desde aquí parecen gigantes, desde la perspectiva del tamaño del universo quedan reducidos a casi nada. Nuestras desigualdades y nuestras peleas quedan reducidas a un grano de arena, y eso. Entonces ¿por qué no las olvidamos? Borrémoslas y comencemos de nuevo.

El rencor y la envidia pueden ser semillas en nuestra mente que al crecer pueden ocasionar mucho daño a la humanidad. Pero cuando olvidamos es como si las cortáramos de raíz y nunca llegan a salir de la tierra.

Mi idea es que olvidemos todo lo malo del mundo y nos concentremos en otra cosa mucho mejor: lo bueno. Han existido personas que son como pedazos de cielo caídos en la tierra, divinos. Personas realmente extraordinarias que han podido cambiar la historia. Personas que deberían ser la inspiración de todos. Personas que si las conoceríamos, podríamos poco a poco a construir un nuevo mundo. Personas como Mahatma Ghandi, Madre Teresa de Calcuta, Mather Luther King y Nelson Mandela.

Dejemos de ver el lado negativo del mundo y concentrémonos en esas personas. ¿Qué tienen ellas que los demás no y las hacen tan poderosas? Tienen esperanza en un futuro mejor, tienen valor para decir y hacer lo que piensan, tienen fuerza interior, sienten amor hacia los demás aunque no los conozcan, tienen paz. ¿Son inalcanzables estas cosas para nosotros? No. Y entonces ¿por qué muchas personas no las tienen?

No estoy diciendo tampoco que todos deberíamos ser así sino ¿qué gracias tendría? No puede existir la compasión sino hay pobreza, no puede existir la justicia sino existe la injusticia, no puede existir el perdón sino hay errores. Pero podemos ser más los que practicamos la filosofía del bien, eso traería un mundo mucho mejor.

Lo sé, hay tanta maldad y crueldad en este mundo que me hace enfurecer y gritar, quiero que el mundo escuche mi queja y cambie pero no lo puedo hacer sola. Necesito personas extraordinarias que existen en el mundo, solo que aún no saben que lo son. Necesito que me ayuden en esta agonía que me deja despierta en medio de la noche. Necesito que me levanten antes de que quede enterrada en el olvido. No quiero conformarme con este mundo, no quiero. No quiero conformarme con su extrema crueldad, no quiero. No quiero aceptar su hambre por algo mejor, no quiero. Quiero cambiarlo pero no lo puedo hacer sola, los necesito.

Y termino diciendo que no acepten esas muertes de gente inocente, no acepten la avaricia del poderoso, no acepten la irresponsabilidad, no acepten las injusticias, no acepten las mentiras. Si la gente no se conformara ¿creen que seguiríamos así? Yo sé que el lado negativo del mundo tiene el poder, lo ha tenido por muchos años, pero lo tiene porque se lo permitimos.

Grítemos, luchemos y ganemos.

Y mi furor dice: los necesito.

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